sábado, 26 de mayo de 2007
Los 80 Que No Miramos
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serge&destroy
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17:52
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viernes, 18 de mayo de 2007
En El Blanco
¿Que encontramos en el disco? Varias cosas: En primer lugar, la sensación de que se trata, sin duda, de un set de canciones que dentro de su heterogenia y su variedad de matices, logran transmitir un clima uniforme. Refuerza esta sensación, la decisión de unificar las composiciones sobre un continuum de kalimbas que le otorgan al disco una fluidez orgánica que no se corta salvo para la exhibición del último track del álbum: En 41, un experimento con programación rudimentaria que explota en un aletargado mantra impulsado a base de órgano: una invitación al canto fogonero. Dejando de lado el mencionado tema, el resto del disco funciona en forma conjunta y revaloriza la importancia del álbum como obra, un concepto bastante desestimado por estos días de descargas masivas. Así, resonando en un remolino de electricidad valvular, se desenvuelven las diferentes imágenes y colores de una nutrida paleta sonora (que en Adiós logra traspolar un hilarante clima de feria de atracciones en un juguetón arreglo de trompetas).
En segundo lugar, producto de una cuidada planificación y de un importante trabajo de preproducción, el disco muestra claramente a una banda que ha madurado en relación a su primer EP. Ya no encontramos titubeos, esbozos de lo que podría ser una buena canción; incluso la elección de un cover para el disco – La Luz De La Cara Roja, de Don Cornelio y La Zona – tiene perfecto sentido, integrándose orgánicamente en el fluir sonoro y demostrando la grandiosidad del tema con un original arreglo con raíces en el post punk mas tumbero.
Más arriba hablaba de álbum conceptual. Antes de que a alguien le agarre un brote de urticaria, aclaro a que me refiero: básicamente a que Blanco decidió que tracks con sonidos disímiles y temáticas diferentes se integraran dentro de una historia de amor interplanetaria, delineada en un interesante comic que ocupa las páginas del librito del disco y que permite medir las letras en ese contexto. La idea termina de cerrar con el logrado arte de tapa: un homenaje al cine bizarro de clase B y a sus emblemáticos posters.
El disco impacta desde su arranque con 41, una viñeta que deja en claro cual va a ser el motor propulsor de la historia: Lady Ballymore. Continua con la sutileza de Soy (con sus teclados como sabanas) y A Buscarte (que a un amigo de la casa le recordó a – epa! - Neil Halstead. Se agradece). Sigue en su parte media con los jugueteos psico-mariachis del mencionado Adiós y la fragilidad de Lejos. Nos dejan así preparados para el grand finale: el furioso tríptico constituido por el cover de Don Cornelio, por N/N y por Ballymore, inflamado brote que marca el fin de la aventura.
Como imagino que después de todo esto querrán comprobar por ustedes mismos las bondades del disco, acá abajo les dejo el link para que se lo bajen completo. Después, si pueden háganse de el, que bien vale la pena tenerlo para seguir la música con las imágenes espaciales de la historia. Después me cuentan!
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serge&destroy
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lunes, 14 de mayo de 2007
Alta Rotación


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serge&destroy
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sábado, 12 de mayo de 2007
De Terror
Los hermanitos Reid están para cualquier cosa. Primero reforman su banda. Y si bien esto no constituye ningún problema - yo pagaría gustoso una entrada con tal de verlos en acción -, la decisión de que Scarlett Johansson haga los backing vocals en Just Like Honey en ocasión de su presentación en el Festival de Coachella es, a la vista de los resultados, un despropósito. Justamente, si hay algo por lo que Jesus & Mary Chain siempre se caracterizó, es por la sabia elección de sus partenaires femeninas. Las pruebas abundan: desde las dulces y soñadoras voces que esparcían algodón a lo largo de los colchones melódicos y distorsionados de Psychocandy hasta la presencia misteriosa y agridulce de Hope Sandoval (Mazzy Star) en el increíble Sometimes Always. Pero con Scarlett Johansson le pifiaron feo. No solo arruina una canción de por sí perfecta - como cantante, Johansson es una mala actriz - sino que, lamentablemente, hace quedar a los Reid como esos viejitos piolas que se cuelgan de las virtudes de una de las actrices del momento; pero desde la mirada babosa de un Woody Allen, que en Scoop le otorga un protagónico pretendiendo que en algún momento su público pase por alto que la película es un bodrio infernal. Sin embargo, en el caso de Just Like Honey, estamos ante una obra maestra y la presencia de la blonda no hace otra cosa que dejar en evidencia un pretendido gesto cool que, con una mueca agria de alaridos guturales, termina por desdibujarla. Por eso, mejor recordemos la escena de cierre de Lost In Translation y su esperanzada melancolía que funcionaba inseparablemente de su banda sonora. Lo del video de abajo es un chiste. Y de los malos...
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serge&destroy
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martes, 1 de mayo de 2007
Yes! New York: ESG
La historia de ESG es, cuanto menos, curiosa: integrada por las hermanas Scroggins (Renee, Valerie, Marie y Deborah), la banda adopta un nombre con rivetes casi místicos: las tres siglas corresponden a las iniciales de las piedras de nacimiento correspondientes a tres de las hermanas (Emerald, Sapphire, Gold). Su conformación es de lo más improbable: Helen, la madre del clan, no ve con buenos ojos que sus hijas crezcan en el entorno problemático y violento de su Bronx natal y con el objetivo de alejarlas de sus turbulentas calles y ocuparlas en un proyecto creativo, decide comprarles un set de instrumentos musicales. Eventualmente, su pasión compartida por el funk crudo de James Brown y su preferencia por aquellas propuestas musicales que hicieran del ritmo su leit motiv, harían el resto.
En 1980 se presentan como soportes de A Certain Ratio, quienes habían viajado a New York para registrar su álbum debut, To Each..., acompañados por Tony Wilson, el conductor de Factory Records y Martin Hannett, productor estrella del sello. El show capturó la atención de Wilson quien invitó a la banda a registrar tres temas durante las horas que le sobraron a A Certain Ratio de la grabación de su álbum. Producido por Martin Hannet, el single resultante extrapola sus experimentos con el estudio de grabación y el espacio al funk minimalista de ESG, arrojando como resultado tres temas de impacto retardado: You´re No Good, UFO y Moody.
Sin embargo, la permanencia de la banda en Factory Records no se prolongaría más allá de este promisorio single. Fichada por Ed Bahlman para su legendario sello 99 Records, ESG forjaría una carrera sustentada en el soul esquelético, el minimalismo percusivo y el pulso de un bajo atronador; constituyéndose en agitadora de una escena efervescente marcada por los ultimos coletazos de la No Wave (Glenn Branca, de hecho, formaba parte de 99 Records), del ritualismo percusivo y tribal de Liquid Liquid y por el aluvión del Hip-Hop, algunas de cuyas figuras - Public Enemy, Big Daddy Kane y LL Cool J, entre otros - adoptarían la introducción de UFO como una de las secuencias musicales más sampleadas en la historia. Y así como UFO se transformó en una nave insignia para el hip-hop, Moody hizo lo propio al constituirse como uno de los tracks fundacionales del house. De esta forma, la escena de clubs neoyorquinos - con The Roxy y el Paradise Garage a la cabeza - adopta a ESG como a sus niñas mimadas. De hecho, la banda sería el acto de clausura en la noche del cierre definitivo del Paradise Garage. El flirteo de ESG con las "danceterías" no se limitaría a New York, ya que Tony Wilson las llevó hasta Manchester para oficiar de acto de apertura para su legendario club The Hacienda, cerrando así un círculo iniciado dos años antes.
Me resulta difícil recomendar un disco en particular. Algunos se inclinarán por el seminal debut de la banda para 99 Records, Come Away With ESG. Otros preferirán escuchar que tan bien ha envejecido su sonido (Keep On Moving, su último trabajo, fue editado en 2006). Yo me inclino por la compilación A South Bronx Story, que nos proporciona una idea abarcativa de la evolución de esta banda y de su influencia en el house, el hip-hop y el punk-funk actual. Es que basta con presenciar el vivo de LCD Soundsystem para darnos cuenta hasta que punto las neoyorquinas forman parte de su genoma.
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serge&destroy
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20:38
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