martes, 24 de abril de 2007

Revolviendo Cajones


Neil Young – Live At Massey Hall 1971

La segunda entrega luego de la apertura de los archivos a instancias del propio Neil Young, nos transporta a otra época: a 1971, sin duda, pero también a un momento en el que la compra de un disco revestía la importancia de un ritual casi mágico. Las nuevas y cuidadas ediciones que procuran rescatar míticos conciertos de la carrera del canadiense, revelan una atención especial en su diseño. Sin esforzamos demasiado, podemos imaginarnos desplegando la cubierta de un vinilo. De hecho, el mismo disco refuerza esta impresión con una fotografía de los negros surcos. Así, en tiempos de fugacidad y desbordes digitales, Live at Massey Hall 1971, revela el cuidado por lo artesanal.

Inevitablemente, la música acompaña esta sensación. Grabado en Toronto ante una audiencia entregada, con una guitarra y un piano como única instrumentación; el tercer volumen de la serie de performances rescatadas (el primero aún permanece inédito), nos revela un autor en el cenit de su inspiración. Y es que 1972, sería el año de Harvest, clásico absoluto del viejo Neil. Un disco cargado de historias que evidenciaban el doloroso paso del tiempo, la soledad y la pérdida de amigos queridos. Justamente, The Needle And The Damage Done (inspirado en Danny Whitten, legendario guitarrista de Crazy Horse que perdería su vida a manos de la heroína en 1972) y otras joyas de dicha obra, se presentan aquí en versiones sentidas y despojadas.

Conducido con innegable maestría por un locuaz Young - que se permite bromas y largas conversaciones con su público, revelando incluso la fuente de inspiración de algunas de las canciones que presenta - , el show tiene como hilo conductor su sensible y dulce voz que hechiza y se guarda en el bolsillo a la audiencia. La presentación - apoyada básicamente en dos discos: el mencionado Harvest y Alter The Gold Rush - entrega gratas sorpresas como ser las versiones acústicas de Down By The River y Cowgirl in the Sand (presentes en el anterior volumen de la serie en toda su majestuosidad eléctrica) y See The Sky About To Rain, un oscuro momento que afloraría en el no menos inquietante y por mucho tiempo inédito On The Beach (1974).

lunes, 16 de abril de 2007

C´est Fini Bafici

Au Revoir Bafici. Así, en francés. En el mismo idioma de las últimas dos películas que vi en el festival. El Grand Finale! Primero, el cross a la mandíbula de Belle De Jour y luego el knockout definitivo de Corazones de Alain Resnais. Se va otra maratónica sucesión de películas que deja poco espacio para el análisis en profundidad pero que, de todas maneras, no me va a impedir esbozar una serie de impresiones que sí quedaron. Primero decir que lo mío fue modesto: saqué para 18 películas; vi 15, de las que quisiera haber visto tan solo 7. Fue más o menos así el asunto. Y para variar me quedaron afuera una serie de films "puestos" que espero que se estrenen...Lo que sí es claro es que el año que viene voy a privilegiar las películas en competencia. Este año, mi gusto por lo bizarro probó llegar demasiado lejos y se me hace necesaria la auto imposición de un corte. Segundo, me queda en claro la total separación entre la preferencia de la crítica y el gusto del público, al menos en lo que se refiere a la selección oficial internacional. La ganadora de la competencia fue In Between Days de So Yong Kim...que casualmente fue la última película en la preferencia del público, incluso por debajo de la densísima La Línea Recta de José María de Orbe, película que no vi pero que sí vio el Chelo, persona de mi más absoluta confianza en esta materia. Por lo que me contó, la película le hace honor a su nombre. Ni una mísera variación de tono. La tortura de ver como una chica con cero appeal, hace la rutina de Perón y no tiene nada interesante para decir. Al lado de eso, si a alguien se le ocurriera tomarse el tiempo para filmar mi vida, seguro daría con un tanque hollywoodense. Sí hubo coincidencia entre el parecer del público y el jurado bafici en la selección oficial argentina. Tercero, y lo más importante, voy a comentar algunas películas que vi esta última semana:

- Mujeres Elefante (Adrián Caetano - J. M. Muscari): Esto es sencillo. Si te gustan las obras de José María Muscari, sus situaciones grotescas, su exceso de kitsch y su preferencia por las actuaciones demasiado afectadas, esta película te va a encantar. A mi no me gusta ni un poco su propuesta. Nada más que decir.

- Geo -Lobotomy (Kim Goc, Kim Sun): Juro que nunca lo hice. Siempre consideré un sacrilegio retirarme antes del final de una película. Gracias hermanos Kim! Lograron que quebrara mis reglas! Que decir de este pastiche infernal. Lo único: mencionar el nombre de David Lynch en la reseña del catalogo es el mayor sacrilegio. Una pérdida de tiempo.

- Selección de cortos (Peter Whitehead): Esto sí que estuvo bueno. El programa consistía básicamente en dos horas de films promocionales y clips de los Rolling Stones, de los Small Faces, Nico, Floyd y los Beach Boys cubriendo por lo general el período 66-67. Tremendos los clips de los Stones y la confirmación de que el mundo no se terminó en la Beatlemanía. También fue un triste privilegio poder asistir a los primeros indicios del deterioro mental que sufriría Brian Jones en los años por venir. Las tomas durante las sesiones de grabación del Their Satanic´s Majestic Request con un Brian Jones absolutamente ido, son escalofriantes. Creo que para ese momento, la dupla Jagger-Richards ya tenía cocinado el futuro del geniecillo dentro de la banda. No tardarían en dejarlo afuera e iniciar su lenta pero inexorable debacle. Lo de Pink Floyd en el ´66 me dejó pasmado. Syd Barrett en pleno ejercicio de sus poderes, una banda en un altísimo momento de inspiración para regalarnos una extensa improvisación cósmica y la comprobación de lo mal que le hizo David Gilmour a la banda. Otros momentos destacados fueron la ternura del "I´m Not Sayin´" de Nico y el promo de los Beach Boys de gira por Inglaterra en el 66 sin Brian Wilson, que se había quedado en los estudios para poner rumbo al naufragio de Smile. Nota final: la alta dosis de estupidez del beach boy Mike Love.



- Danielson: A Family Movie (J.L. Aronson): Lo aclaro de entrada: fui a ver esta película por Sufjan (pronunciése Suf-ian) Stevens, un tipo con un par de discos increíbles en su haber. Tenía escuchado el Ships de Danielson y la verdad, me había dejado medio frío. Sin embargo, la historia de Daniel Smith - tal el nombre del mentor del proyecto Danielson en sus 3 diferentes encarnaciones - es más que interesante. Encadenando imágenes del archivo familiar, entrevistas y presentaciones en vivo, la película va desplegando la evolución de un adolescente crecido en el seno de una familia ultra católica, su decisión de presentar una serie de canciones como tesis de graduación junto a sus hermanos - conformando así la Danielson Famile - y sus sucesivas presentaciones hasta ser abrazados como protegidos de Steve Albini quien los invitó a participar del festival inglés All Tomorrow´s Parties bajo su curaduría. Smith es un personaje de lo más peculiar, su canto globo de helio derrocha fuertes dosis de emotividad cristiana arropada por la impronta lisérgica de una banda cuyo máximo objetivo es divertirse y curar el alma mediante la música. De hecho, todos ellos se presentan vestidos como médicos y enfermeras. Por supuesto, como toda familia, cada uno siguió con sus vidas, llevando a que Smith asumiera el proyecto en forma individual. A partir de ese momento, comienza a presentarse como Brother Danielson adoptando para sus presentaciones un curioso disfraz de árbol. No sorprende así el encuentro de tan particular personaje con otro adorable border con delirios místicos: Daniel Johnston. En lo que respecta a Sufjan Stevens, siempre fue un miembro satélite de la familia, no llegando nunca a formar parte del particular mundo Danielson. Para quien escribe, logra con creces superar a su maestro, constituyéndose en un arreglador de otra galaxia y dando lugar a una seguidilla de discos de una notable riqueza melódica.





- Belle de Jour (Luis Buñuel): No voy a ser yo quien descubra la pólvora y afirme las infinitas bondades de esta obra de arte. Es mucho lo que se ha escrito con respecto a esta historia luminosa que refracta su línea narrativa en una sucesión de colores que denotan la inestabilidad psíquica de Severine/Belle de Jour, para siempre oscilando entre sus deseos y fantasías reprimidas y su resquebrajada realidad. Un Buñuel en su punto caramelo, con una Catherine Deneuve que derrocha clase y una distante frialdad. Por favor maten, roben, hagan lo necesario para hacerse de una copia de esta película. Digna de destacarse es la calidad de la copia que se pudo contemplar en su exhibición. Ver esta película por primera vez y en esas condiciones es una experiencia difícil de olvidar. Tanto como esa perturbadora cajita...


- Corazones (Alain Resnais): Invierno. París. La nieve no deja de caer. Varias historias se entrecruzan para conformar un triste diagnóstico sobre las dificultades en las relaciones, los problemas de comunicación y las aspiraciones truncas en un mundo cada vez más adormecido por la radiación idiotizante de la televisión y su manto de anestesia sobre un dolor subyacente demasiado profundo y oscuro como para ser enfrentado. Aquí el temor a la muerte, a la oscuridad y a la soledad se condensa en nieve que lo cubre todo. Algunos momentos de humor permiten atisbar una tregua pero, a no confundirse: estamos ante un humor crispado, desengañado, que obra como escudo protector ante lo innegable de la evidencia: es este un mundo de seres solitarios. Tremenda película para cerrar el festival.

Llego así al final de esta cobertura aleatoria y caprichosa, satisfecho por el deber cumplido. Serge&Destroy es servicio.


Hasta Pronto!

lunes, 9 de abril de 2007

BAFICI 9: From Outer Space

Es así nomás. Un Bafici de otro planeta. Básicamente por la presencia del enorme Nacho Vegas. Un tipo a quien la ironía posmoderna se la trae bien floja. Un tipo que no tiene drama en abrirse las venas para nosotros y tratar de echar alguna luz sobre la jodienda que es vivir (como dice en "Mark Spitz"). Un tipo que decidió hacer canción una vida complicada y de paso se cargó la mediocridad de "consagrados" como Joaquín Sabina y Enrique Bunbury. Ni siquiera el haberse juntado con ese híbrido barato de Jim Morrison y Raphael puede empañar una carrera tan pura, tan perfecta.

El viernes 6, tuve el privilegio de presenciar el emotivo show que dio en las paquetísimas instalaciones de Harrods. Bastante gente. Fanáticos, curiosos y muchos, muchas figuritas y figurones que estaban ahí (estaban?) simplemente porque ese es el Meeting Point del festival y hay que poner la carita, tomarse una copita y de algo hay que hablar. En fin...lo siento por ellos. De todas maneras, su constante murmullo no logró empañar un show sentido a dos guitarras (aunque Xel Pereda - su coequiper - alternó también con un banjo y una mandolina) que nos paseó por sus tres últimos discos y que me dejó con las ganas de escuchar algún tema de "Actos Inexplicables", su debut en solitario. Nacho, sos un grande. Como bien dicen por ahí, en unos años quizá tengamos que soportar tributos. Sería terrible.

Ese fue el highlight pero no me olvido de que este es un festival de cine y de eso voy a hablar. Este año quise controlarme, dije que no iba a cometer la locura de programarme cuatro películas para un día. Lo admito: a veces no tengo control. Resultado: ya le bajé el pulgar a Better Off In Bed. Era el sábado 7 a las 12:30 y tenía sueño. Me jodo porque pintaba buena la peli. Básicamente seguía la rotation de los New Pornographers y la banda de las novias de algunos de sus integrantes, las Gay. De todas maneras, traté de autoconvencerme diciéndome que en realidad no soy un gran fan de los canadienses. Ahí el capo es Dan Bejar y su rol es mínimo. Para eso están los discos de Destroyer.

El asunto había comenzado el jueves 5. The U.S. Vs. John Lennon , tal el nombre del documental. Interesante pero no muy revelador. Nada que cualquier ser viviente interesado en los Beatles y su devenir no sepa ya. En general, la mirada estaba bastante filtrada por la viudita. No importa. Yoko Ono, yo te banco. Seguí el sábado con un bodrio terminal, la increíble Nightmare Detective, film que no hace otra cosa que evidenciar que el cine de terror nipón se acerca a un triste callejón sin salida. Pero esta se pasa! Un guión pésimo, mal actuada, peor resuelta. Fue un martirio. Una película que se propone de terror y da risa, en algo falla. Lo más triste es que el proyeccionista del Atlas Santa Fe estaba de partuza y se ve que mucho no se interesaba en si la película estaba en foco. En fin...un bochorno. Por suerte, la cosa mejoró en la trasnoche con el querido Kiyoshi Kurosawa y su Retribution (2006). Una de fantasmas pero con un guión decente, que me hizo saltar un par de veces y con un par de escenas de antología: una de ellas, el fantasma aplastando a un policía curioso en una palangana de agua. Ver para creer.

La puntería terminó de levantar el Domingo 8 con dos películas memorables. De todas maneras, el comienzo de la tarde no fue auspicioso. Le tenía fe a Falkenberg´s Farewell. Pero defraudó. La película podría ser la Last Days (de Gus Van Sant, sobre la ficcionalización de los últimos días de Kurt Cobain) sueca, pero sin una figura legendaria cuyo martirio mostrar. Típica historia de adolescentes que deben abandonar su pueblo en pos de un progreso en la ciudad aunque, ay, uno de ellos nunca llega a hacerlo. Un problema del film es que los personajes no me parecieron interesantes. Otro es que las películas que se dedican a crear un clima, en detrimento de una historia hecha y derecha, corren el riesgo de no tocar esa fibra de empatía que hace que caigamos bajo su encanto. Este fue el caso. Mostrar arbolitos, el pastito y un sinfín de diálogos abúlicos no es suficiente per se. Hay que darle algo de sustancia al asunto y después de Last Days y de tantas otras películas en esta onda, el asunto ya empieza a oler rancio. Otra nota amarga la dio el muchacho del proyector que aparentemente seguía con resaca. Atlas Santa Fe, teléfono!

Con lo cual llego a lo que más me interesó hasta ahora:

- Liv: una historia mínima sobre una madre a quien no se le ocurre mejor idea que llevar a su última conquista a compartir la cena navideña. La hija adolescente no tarda en empezar a competir por la atención del recién llegado y las cosas comienzan a desmadrarse sin retorno. Claramente, una familia con algunos problemas de límites. La película logra en tan solo una hora, plasmar una tensión que va in crescendo. El aire se corta con un cuchillo y el final llega como un alivio. Economía de recursos, una casa en la que transcurre toda la acción, la opresión de la puesta en escena; todo contribuye a redondear una de las sorpresas del festival.

- Reprise: decían en el Sin Aliento (el diario del Bafici) que era una especie de hija de Trainspotting y de Corre Lola Corre. No estoy de acuerdo. Si sobreimprimir el nombre de los personajes en pantalla y narrar algunos fragmentos a ritmo vertiginoso te hace hija de esas dos películas, creo que habría que pedir urgente un ADN. Esta es la historia de dos amigos que dan sus primeros pasos en la literatura. En principio a uno le va bien y luego muy mal y el otro la va remando de abajo. La forma en que está expuesta la historia es muy original con cambios de ritmo y de color, avances y retrocesos para explicar la historia en común de los dos escritores y su grupo de amigos. También asistimos a una enfermiza historia de amor y al cariño de los dos muchachos por un escritor olvidado. La banda de sonido es genial: con una secuencia de apertura a cargo de Joy Division, también nos entrega dosis de New Order, The Jam y el punk funk exaltado de Le Tigre para musicalizar una fiesta fuera de control. Lo bueno de la película es que el director transmite en imágenes como se va desarrollando el proceso creativo literario. Así arranca con un esbozo de lo que la historia podría ser para luego descartarlo en favor de otra línea narrativa que es la que sigue la película. El final llega en una nota ambigua que juega también con esa indecisión. Notable película del director Joachim Trier.

Sigue ahora una semana tranquila y un nuevo fin de semana enfermizo que resumiré en algún próximo posteo.

Hasta pronto!

Mas Vale Tarde...

Fui un adicto a los blogs. Podría decir que en el período 2003-2005 prácticamente no leí otra cosa. Era tal la avidez de tener la última información actualizada, la última recomendación, el último hype, que mi vida social se volvió casi nula. Un geek...en eso me convertí. Ya pasó la fiebre y son pocos los blogs que pasaron la prueba del tiempo y la calidad y se convirtieron en lecturas indispensables. Hasta el día de hoy, siempre tuve la inquietud de largarme a escribir pero nunca concreté. Al carajo me dije. Es hora de sacudirse un poco el polvo de la comodidad y tratar de generar algo. Bueno, malo, lo que sea....pero generar....Por eso, en este espacio me voy a dedicar a volcar lo que se me ocurra. Calculo que la música va a ser fundamental; el cine en menor medida. El objetivo es generar un intercambio así que sientanse tranquilos de llenarme la página de comentarios. Finalmente, no quiero dejar de agradecer por el empuje que me dieron tres personas muy especiales en mi vida: Lucía, Hernán y Alexis.